viernes, 28 de mayo de 2010

“La casa de Mariló”
Sé que estás ahí, posiblemente no al otro lado de la ventana, allí arriba como piensa mucha gente. Yo sé que estás en mi corazón, sé que si cierro los ojos bien fuerte, te veo sonreír, te veo decirme: todo va bien, no te preocupes. Sé que tu recuerdo, es una de esas cosas que me dan fuerzas para seguir adelante.
Muchas noches como ésta, que no puedo dormir pienso en ti. Pienso en tu fuerza. Pienso en su sabiduría. Pienso en tu buen hacer. Pienso en tus errores. Pienso en tus enseñanzas. Eso me hace sonreír. Me hace pensar que ese accidente de tráfico tan horrible, donde perdiste la vida y yo salí completamente ilesa, fue tu última enseñanza. Fue lo último que me dejaste como legado. “La muerte es parte de la vida”, pero por qué tú. Eras mi otra mitad, esa otra parte que me completaba y tengo que aprender a vivir sin ti, sin mi amor. Pero lo haré. Eso es lo que quieres, ¿verdad?
¿Y si yo nunca más pudiera volver a llevar una vida feliz? ¿Y si estoy equivocada y cuando nos encontremos me lo reprochas?
No lo puedo permitir, necesito ser capaz de salir adelante. El dolor aún es fuerte y sé que me llevará tiempo. Sé que cuando empiece a estar mejor, cuando vuelva a sonreír, aún el miedo, lo desconocido estará esperando de vez en cuando agazapado tras alguna esquina. Te quiero, siempre te voy a querer, pero tengo que ser capaz de volver a ser feliz.
La luz de una estrella comienza a brillar en este momento y desde la ventana, como tanta noche hice abrazada a ti hice, la veo pero hoy sé que ese resplandor es únicamente para mí. Eres tú, que me das ánimo y me dices que no estoy equivocada, que vuelves a abrazarme como hacías antes.
Miro al cielo, te sonrío y esa luz entra en mi corazón. Cierro los ojos y oigo tu voz diciéndome, sal, vive, crece, y sobre todo, aprovecha cada día, cada minuto, cada segundo porque puede ser el último y porque cada uno de ellos es único.
Muchas gracias, amor. Espero volver a hablar contigo otra noche, pero espero que sea dentro de muchas, eso significará que estoy mejorando, que estoy haciéndonos felices.
Te quiero.
MARILÓ

1 comentario:

  1. A mi suegro, donde quiera que este. Se que el me habria dado un paraguas rojo para cobijarme, para cobijarnos...

    ResponderEliminar